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Prometedor acuerdo con las poderosas industrias de San Pablo

Acaba de concertar el Gobierno Nacio­nal con la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP), Brasil, un acuerdo para complemen­tar al país con las más grandes industrias de ese poderoso estado brasileño para una agenda de promoción de inversiones de manera per­manente del Paraguay en dicha región pau­lista. Como dijo el ministro de Industria y Comer­cio de nuestro país al comentar el hecho, el Paraguay trabajará ahora con la más pode­rosa asociación industrial de toda América Latina. Y ello se debe a que a nuestro país se lo ve hoy como una nación pujante y es conside­rada como socio potencial por los principales empresarios de Brasil. Esto ayudará a com­plementar al Paraguay con las grandes indus­trias de la nación vecina, lo que no es un hecho menor, como destacó precisamente el funcio­nario.

Prometedor acuerdo con las poderosas industrias de San Pablo
El secretario de Estado ilustró aún más la importancia de este hecho al señalar que una cúpula empresarial que miraba con recelo a nuestro país hace 4 años hoy invite al presi­dente Cartes a su seno, es una comprobación práctica de que el Paraguay goza ahora de una nueva y buena imagen en un mercado exigente como Brasil.

Es que la FIESP ha invitado al presidente de la República, Horacio Cartes, a visitar San Pablo y reunirse con los componentes de esa fede­ración ya en este año. Demás está decir que el mandatario aprovechará su visita para expo­ner a los brasileños las bondades de Paraguay para realizar inversiones rentables y de paso mostrar las visiones de liderazgo de la próxima Presidencia paraguaya pro tempore del Mer­cosur.

Como ha señalado acertadamente el ministro de Industria y Comercio, es un hecho histórico y emblemático que nuestro Gobierno y la Fede­ración de Industrias del Estado de San Pablo, la FIESP, acuerden una agenda. Porque es muy importante instalar una instancia técnica permanente de promoción de sectores para la complementación industrial y de servicios entre ambos países cuyo principal beneficiado será el Paraguay al poder recibir nuevas inver­siones de ese estado brasileño.

En realidad, ya no es nueva esta especie de connubio de nuestro país con los inversionis­tas brasileños que en los últimos años se han convencido de las extraordinarias ventajas que ofrece Paraguay a sus empresas. Por lo que asociarse con el gremio industrial más pode­roso de Sudamérica solo puede traer más bene­ficios.

La propia Embajada brasileña en Asunción ha señalado que son 135 las empresas origina­rias de Brasil que se han radicado en los últi­mos años en nuestro país. Y tan solo en el 2016 han sido 77 las compañías provenientes de ese país que decidieron invertir en el Paraguay, y cuya inversión representó el 14% del total de ingresos netos de divisas registrados aquí en el último año.

Las empresas brasileñas que vienen a inver­tir en Paraguay no lo hacen por mera simpatía, sino porque las condiciones que se les ofrecen aquí con el padrinazgo de un gobierno serio son excelentes y el clima de negocios les garan­tiza ganancias incluso superiores que en Brasil o en otros países. Las recientes declaraciones de un poderoso empresario hotelero brasi­leño resumen en pocas palabras las ventajas de Paraguay: las cargas tributarias en el Paraguay son un 50% más bajas que en otros países de la región, como Brasil o Argentina. Esto sin con­tar con los otros beneficios que ofrece, como los precios y la abundancia de la energía eléc­trica para las industrias, o la calidad del traba­jador paraguayo.

El acuerdo a que se ha llegado con el poderoso gremio industrial de San Pablo, el más impor­tante en América Latina, significará induda­blemente que más inversionistas puedan ins­talar sus industrias aquí, como lo han hecho ya numerosas empresas, sobre todo en el sector de la maquila.

Y así como vienen para hacer mejores negocios y ganar más dinero, también a los paraguayos nos beneficiará con el aumento de la mano de obra empleada, el ingreso de más divisas para el país y el mayor dinamismo de la economía.
LA NACION