Dos lenguas aborígenes paraguayas se debilitan por la influencia del guaraní y del castellano
El contacto con el guaraní, la segunda lengua más hablada de Paraguay, y el impacto de una escolaridad que privilegia la enseñanza en castellano están debilitando el uso de dos lenguas aborígenes en el país, reveló un estudio presentado por la Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL).
La directora general de Documentación y Promoción de Lenguas Indígenas de la SPL, Rossana Bogado, explicó los resultados del diagnóstico sociolingüístico sobre el uso de las lenguas de los pueblos Paĩ Tavyterã y Mbyá Guaraní, asentados en los departamentos de Concepción (norte), San Pedro (centro-norte) y Caazapá (sur).
“Creo que (las lenguas) están seriamente debilitadas y muy amenazas por el guaraní”, dijo Bogado, quien destacó que en varias comunidades de estos pueblos están reemplazando su lengua originaria por idiomas de contacto, como el guaraní y el castellano.
La investigación evidenció que seis de las 19 lenguas indígenas de Paraguay están seriamente amenazadas. En el caso de la comunidad Jeguahaty, del pueblo Paĩ Tavyterã, tiene solo un 2% de uso cotidiano de la lengua, restringida especialmente para ceremonias espirituales.
La comunicación intergeneracional en esta comunidad se da en “guaraní”, alertó la lingüista.
Por otra parte, entre los aborígenes de las comunidades Ka’aguy Poty Rory y Santa Lucía Naranjito —pertenecientes a los pueblos Paĩ Tavyterã y Mbyá Guaraní, respectivamente— “también hay debilitamiento” de la lengua, debido al contacto con el mundo no indígena, aseguró Bogado.
“Es como si el precio de la sobrevivencia fuera dejar lo nuestro, dejar nuestra lengua”, afirmó.
El guaraní penetra en el 48% de los hogares indígenas
La experta mencionó que el censo indígena realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2022 reveló que el guaraní ha penetrado en un 48% de los hogares indígenas.
Un caso contrario encontró el estudio de la SPL en la recóndita comunidad de Karumbey, que hace parte del pueblo Mbyá Guaraní y se ubica en Caazapá, donde su lengua goza de un 100% de vitalidad.
Bogado atribuyó este hecho al “bajo nivel de escolaridad”.
“La lengua está bien porque no hay escuelas”, explicó la funcionaria, para quien “la escuela es a veces una amenaza para la lengua” indígena.
En ese sentido, consideró que “el gran desafío de todos los servicios del Estado es valorar la interculturalidad”, a fin de garantizar que la asistencia llegue a las comunidades nativas en su lengua, o al menos en guaraní.
En Paraguay habitan 140.206 indígenas, de los cuales 27.835 pertenecen al pueblo Mbyá Guaraní y 15.609 al pueblo Paĩ Tavyterã, según los datos del INE.
Fuente: EFE.