A 35 años de la Convención de los Derechos del Niño, instituciones analizan avances y desafíos en Paraguay
El Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (MINNA) organizó en conjunto con la Oficina de la Primera Dama (OPD) y la Unicef, el primer Congreso de Alto Perfil por los “35 años de la Convención sobre los Derechos del Niño: Avances y Desafíos”.
El evento contó con la presencia de los estamentos e instituciones vinculados al trabajo de proteger y velar por los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes del país, en donde se debatieron las políticas públicas que garanticen el desarrollo integral de la niñez y la adolescencia, con énfasis en la articulación entre las familias, la sociedad y el Estado.
El ministro del MINNA, Walter Gutiérrez, señaló durante la apertura del Congreso, que esta convención es el segundo tratado más ratificado por los Estados del mundo y que si bien, se avanzaron en varias áreas, no se pueden desconocer los grandes desafíos que ocurren a diario y que compromete a todos a seguir trabajando por los derechos de los niños.
“Si no nos ocupamos de los niños y los adolescentes, ese será el fin de la humanidad”
La ministra de la Corte Suprema de Justicia, Carolina Llanes, por su parte, comparó la difícil situación por la que pasan muchos niños en el mundo, principalmente de África y las naciones árabes, cuyas autoridades, recientemente se comprometieron a erradicar el matrimonio infantil, la castración genital y la esclavitud, señalando que esas prácticas no suceden en Paraguay.
Reconoció el gran avance desarrollado en Paraguay a lo largo de estos 35 años, y celebró el trabajo articulado que se realiza entre las instituciones del Estado, pero reflexionó que “si no nos ocupamos de los niños y los adolescentes, entonces será el fin de la humanidad”.
La ministra Alicia Pomata, en representación de la OPD, sostuvo que es “nuestra responsabilidad como sociedad, que cada niño sea tratado con respeto y dignidad,… y que Paraguay sea cada vez más inclusivo y esté comprometido con el bienestar de la niñez paraguaya”.
El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea de las Naciones Unidas aprobaba la Convención de los Derechos del Niño, y Paraguay la ratificaba en 1990, dando puntapié inicial a la aprobación de 50 leyes vinculadas a la protección y al cuidado de los niños, desde la familia y la sociedad, así como las instituciones del Estado paraguayo.