Industria americana de aluminios optó por Paraguay para crecer más
Conforme a un comunicado de prensa publicado este martes último en la página web de la compañía estadounidense Ball Corporation, fue que se dio a conocer la decisión de montar una fábrica en Paraguay, para su expansión en la región y aumentar la capacidad de producción de la actual planta con que cuenta en la Argentina.
La empresa, dedicada a la fabricación de envases entre vidrios y aluminios, caracterizada en optar por los productos aptos para el reciclaje en el envasado de bebidas y alimentos, que posteriormente incursionó en la tecnología aeroespacial. En tal sentido, las proyecciones de Ball Corporation es que la planta que estaría montada en Asunción comience a producir en el cuarto trimestre del próximo 2019 y que su capacidad operativa será conforme los acuerdos que se concreten a largo plazo.
«La economía está creciendo y la demanda de envases de bebidas de aluminio está aumentando en Paraguay y en los países vecinos, ya que cada vez más personas consumen cerveza y otras bebidas refrescantes», manifestó el gerente de la empresa para América del Sur, Carlos Pires.
Es por ello que consideran que las inversiones a nivel regional permitirán a la compañía abastecer la demanda del creciente mercado de latas de refrescos tanto en Paraguay, Bolivia como Argentina.
«Estas inversiones nos permitirán ampliar nuestro alcance geográfico en un mercado nuevo y en crecimiento, así como también estar más cerca de nuestros clientes en el área, que se alinea con nuestra visión a largo plazo», agregó el responsable. Es así que una prestigiosa fabricante de envases de aluminio anunció oficialmente la estrategia de construir una planta de producción de latas de bebidas en Paraguay, que se enmarca en los planes de crecimiento y expansión de la firma hasta un largo plazo.
Al respecto, el ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, declaró a la Agencia de Información Paraguaya IP, que la compañía ya se encontraba estudiando la instalación en el país desde hace 2 años, cuyo dato fue solicitado por la misma compañía se mantenga en secreto.
LA NACION