El Museo Tacurú Pucú conserva la memoria regional de Alto Paraná
Vestigios. En cada sector del museo se exhiben variadas piezas, muchas de las cuales pertenecieron a excombatientes de la Guerra del Chaco y a trabajadores yerbateros y madereros de la región de Tacurú Pucú.
Con el objetivo de preservar y destacar el valioso patrimonio cultural e histórico del Alto Paraná, el Museo Histórico Tacurú Pucú de Hernandarias, ubicado en el local de la Unión de Veteranos de la Guerra del Chaco, se encuentra en la segunda etapa de su proceso de puesta en valor.
Esta fase comprende la museografía y la catalogación exhaustiva de su acervo histórico.
“Queremos inventariar todo el patrimonio que alberga el museo para cumplir con la Ley 5621, de Protección del Patrimonio Cultural. La idea es adaptar el museo y su acervo a las normas y reglamentos vigentes”, explicó el licenciado en historia Cristian Benítez, que trabaja en este proyecto.
Benítez también destacó el trabajo de Leslie Villanueva, promotor cultural y director del museo, quien durante años ha recopilado las piezas expuestas, muchas de las cuales pertenecieron a excombatientes de la Guerra del Chaco y a trabajadores yerbateros y madereros de la región de Tacurú Pucú.
“Una vez concluido el trabajo, cada ejemplar de la rica colección del museo estará correctamente descrito. No bastara con declararlo de interés cultural; nuestra meta es que sea reconocido como patrimonio cultural de la nación, ya que conserva una parte fundamental de la historia de los yerbales de la Industrial Paraguaya SA”, subrayó.
Explicó que esta empresa explotó más de dos millones de hectáreas en las regiones de Alto Paraná, Canindeyú y parte de San Pedro.
El museo, con toda su colección, ha tenido un recorrido itinerante, mudándose de un lugar a otro, lo que resultó en la pérdida de algunas piezas.
“Gracias a la gestión de don Leslie y la comunidad, hoy el museo se encuentra en el emblemático local de la Unión de Veteranos de la Guerra del Chaco”, añadió.
CENTENARIO. Benítez mencionó que el museo cuenta con un acervo excepcional, incluyendo, por ejemplo, vainas de cañones talladas con nombres de mujeres, que los soldados en las trincheras del Chaco paraguayo regalaron a sus madrinas de guerra.
Durante la primera fase del proyecto, se enfocaron en rescatar los documentos más sensibles, como aquellos en papel. “Estamos hablando de documentos que tienen más de 100 años y, gracias a la colaboración del Comité Paraguayo de Ciencias Históricas, la Asociación de Museos y la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), pudimos conectarnos con arqueólogos y restauradores de la Sociedad Científica del Paraguay (SCP) para llevar a cabo una restauración temporal”, recordó.
El historiador también señaló que los materiales más sensibles, como el papel y la madera, tienen un tiempo limitado de conservación antes de comenzar a deteriorarse.
“Los documentos más frágiles, como cartas de veteranos, solicitudes y actas, han recibido un tratamiento especial”, explicó.
Con academias. Una vez finalizada la segunda etapa de este proyecto, que incluye el inventario y la catalogación de todas las piezas, se espera contar con un registro detallado de todo el acervo del museo. Esta tarea será realizada con la participación de estudiantes extensionistas de la Universidad Internacional Tres Fronteras (Uninter) y de la Universidad Nacional del Este (UNE).
La presentación oficial del proyecto se realizó el pasado 9 de agosto.
Benítez recordó que en mayo el proyecto fue seleccionado en un concurso presentado al Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec), lo que les aseguró recursos para el mobiliario necesario para la conservación y custodia de las piezas más sensibles.
“El trabajo comenzará el 26 de agosto (mañana), y esperamos tener todos los datos del acervo del museo a finales de octubre.
Este es un proceso técnico que se realiza con el acompañamiento de profesionales del área. No se trata simplemente de manipular objetos, por lo que hemos organizado talleres de capacitación y formación para quienes participarán en este proceso”, resaltó Benítez.
El proyecto cuenta con el apoyo de diversas instituciones, entre ellas el Fondec, Uninter, el Comité Paraguayo de Ciencias Históricas, ICOM (Consejo Internacional de Museos), AMUS (Asociación de Museólogos del Paraguay), la Escuela Superior de Bellas Artes de la UNE y la Universidad Anáhuac, de México.